sáb. Oct 25th, 2025
Mientras el General Pancardo presume una "política de cero tolerancia", 90 elementos suspendidos por borracheras y faltas revelan una crisis de disciplina. La pregunta obligada: ¿Dónde quedan las investigaciones por colusión con el crimen?

CIUDAD VICTORIA, Tam. – En un despliegue de firmeza administrativa de cero tolerancia, que, sin duda, dejará temblando a la delincuencia, la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas ha anunciado con orgullo la suspensión temporal de aproximadamente 90 elementos de la Guardia Estatal. ¿La razón? No, no es lo que usted espera. No se trata de vínculos con la delincuencia organizada—eso sería demasiado perturbador—sino de gloriosas hazañas como “pasarse de copas” o simplemente no presentarse a trabajar. Toda una demostración de fuerza.

La Estratégica “Cero Tolerancia” que Ignora al Elefante en la Habitación

El General Carlos Arturo Pancardo Escudero, al mando de la institución desde hace apenas unos meses, fue claro y contundente: “No, no, no, para nada” hay suspensión por nexos con el narco. ¡Qué alivio! Prefiere enfocarse en los verdaderos enemigos de la seguridad: los “faltistas” y los que llegan en “estado inconveniente”. Mientras Tamaulipas se mantiene como una de las entidades más violentas del país, la prioridad es clara: disciplinar a los que no marcan el gafete. Una estrategia impecable.

Suspensiones Temporales: El “Castigo” que No Altera el Statu Quo

La genialidad de la estrategia reside en su temporalidad. ¿Por qué dar de baja a un elemento problemático cuando puedes suspenderlo unos días? Así, se mantiene la ilusión de acción enérgica sin alterar realmente las filas de una corporación cuya confiabilidad pública está por los suelos. Es como poner en pausa un problema, con la esperanza de que se resuelva solo. Pancardo lo define como “suspensiones laborales por tiempos definidos”. Los ciudadanos, mientras tanto, definen su miedo como “permanente”.

La Gran Revisión: Un Año de “Estudio” para una Crisis Inmediata

Y es que, desgraciadamente no hay mucho que revisar. Es larga la lista de quejas por parte de la ciudadanía hacia la corporación, incluso desde el interior de la misma. Se habla de elementos coludidos con el crimen, abusivos con la ciudadanía e incluso algunas quejas de que los detienen solo para “BAJARLES DINERO”.

Desgraciadamente la corporación está perdiendo credibilidad y confianza de manera acelerada.

Frente a la urgencia de una crisis de seguridad, el General tiene un plan audaz: esperar. “Estoy todavía estudiando el comportamiento”, declaró, añadiendo que su política es no mover a la gente “en no menos de un año”. En otras palabras, la evaluación de mandos que podrían estar coludidos es un proceso lento y meticuloso. La delincuencia organizada, se presume, aguardará pacientemente a que termine este exhaustivo análisis.

Conclusión: ¿Ceremonia de la Confiabilidad o Teatro del Absurdo?

El mensaje final es que la corporación busca ser “confiable”. Para ello, tramitaron una “licencia oficial colectiva”. Nada dice más “confianza” que un documento que acredita que… están acreditados. Mientras, las suspensiones por borracheras se venden como una victoria. La verdadera pregunta para la sociedad tamaulipeca es: ¿Estas acciones restauran la confianza o simplemente confirman que el verdadero problema—la infiltración del crimen—sigue siendo el tabú más grande de todos?

NOTA FINAL: La corporación cuenta con elementos buenos también.

La redacción se entera de casos de buenos elementos también y de la colusión con el crimen en todos niveles. Nos enteramos de elementos haciendo su trabajo de manera frontal que ante un arresto son increpados por los mismos mandos o por otras instancias (FISCALIA, por ejemplo), para que dejen en libertad a los delincuentes. Sabemos que el trabajo es difícil; Pero tampoco les vemos muchas ganas de hacerlo.

¿Que nos espera después?

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